PLE: de lo Informal a lo Institucional

PLE en las organizacionesUn PLE, en grandes pinceladas, nace a raiz de la necesidad personal de filtrar entre múltiples fuentes de información, organizar toda la información seleccionada para optimizar su posterior acceso y compartir el conocimiento generado en este proceso, proceso en el que el individuo no participa en solitario sino que lo hace como parte de una comunidad de intereses compartidos.

Todo esto anterior, como hemos podido ver a través de quienes han mostrado su PLE en esta bitácora, se desarrolla de forma inconsciente, y es durante el proceso de maduración en la gestión del propio aprendizaje cuando se desarrolla la capacidad de pararse, mirar hacia atrás y descubrir el más o menos complejo entramado de conexiones, herramientas y servicios construido como soporte del propio aprendizaje.

Decir que los Entornos Personales de Aprendizaje [PLE] están íntimamente ligados al Aprendizaje Informal no es descubrir nada nuevo, pero querer introducir los términos organización o institucional en el marco de los PLE parece ir en contra de su propia definición. Sin embargo las organizaciones comienzan a plantearse la necesidad de integrar el aprendizaje informal, y por extensión la misma idea de los PLE, entre sus estrategias de aprendizaje.

Esto supone para los departamentos de formación:

1. compartir o ceder el liderazgo a los integrantes de la organización, que muestran a menudo mayor habilidad que los propios capacitadores para facilitar el aprendizaje de sus compañeros/as;

2. fomentar espacios de aprendizaje informal [tanto físicos como temporales], es decir, sitios y momentos en los que la resolución de problemas reales se haga de forma colaborativa, facilitando de esta forma la mejora en la capacitación de los individuos de la organización;

3. profundizar en el conocimiento de las herramientas y servicios orientado al desarrollo de un PLE adaptado a cada necesidad [puesto de trabajo, estilo de aprendizaje de la persona, nivel competencial o de responsabilidad,…];

4. acompañar en la identificación y construcción de redes personales de aprendizaje que incluyan a personas ajenas a la organización;

5. fomentar cultura del autoaprendizaje en la organización así como el valor de compartir el conocimiento adquirido, tanto dentro como fuera de la organización.

¿Qué papel juegan los PLE y el aprendizaje informal en el diseño formativo de tu empresa o institución?

imagen | editada a partir de una imagen original de laverrue con licencia CC-by

13 Comentarios respuesta

  • jqueralt26 febrero, 2010 at 8:51 pm

    ¿Qué papel juegan los PLE y el aprendizaje informal en el diseño formativo de tu institución?

    En la mia ninguno: ni el aprendizaje informal ni los PLE. La verdad es que estamos en un punto que yo situaría a mediados de la década pasada cuando todavía se daba una gran importancia a los materiales de formación, a los cursos muy dirigidos y mucho menos a las actividades (por no hablar del trabajo colaborativo, aún por desarrollar).

    Tenemos pocos espacios de relación informal y pienso que una de las causas es el temor al «desmadre», a no poder controlar lo que se dice en los foros de los estudiantes. Un ejemplo: ahora mismo hay un par de hilos sobre «immigración» y «pena de muerte» inciados por un estudiante de ideología de extrema derecha que, estoy seguro, otros miembros del centro habrían cerrado. Yo tengo mis dudas y lo mantengo abierto bajo estrecha vigilancia porque hay intervenciones bienintencionadas que reflejan opiniones respetables, pero estoy seguro que más de uno piensa que estamos corriendo riesgos innecesarios.

    Item más. Cuando presentamos el ePortafolios (Mahara con acceso desde Moodle) al profesorado la acogida fue más bien fria y la mayor parte de sus preguntas fue sobre qué pasaría si los estudiantes exponían contenidos inadecuados. Muy pocos pensaron en las posibilidades de cambio en la evaluacón que puede representar.

    En resumen: nos falta mucho camino por recorrer.

    • David Álvarez27 febrero, 2010 at 10:23 am

      Hola Joan, la verdad es que habitualmente ‘innovación’ e ‘instituciones’ no suelen ir de la mano. En el caso de la formación aún es peor, porque el avance que supuso la entrada en el e-learning de muchas organizaciones, a mediados/finales de la pasada década, a tenido como resultado:
      – Que la mayoría, incluyendo a muchos profesionales del sector, siguen contemplando los LMS y los contenidos empaquetados como una innovación a día de hoy, lo cual les impide mirar un poco más allá;
      – El mercado se ha llenado de empresas y ‘especialistas’ en e-learning mediocres [siendo benevolentes] que están generando un movimiento en contra como consecuencia de malas prácticas en el sector.

      Si a esto le sumamos el desinterés y rechazo de nuestros propios compañeros y compañeras, puf!!! …tu lo has dicho, nos queda mucho camino por recorrer.

  • AS27 febrero, 2010 at 1:54 am

    Muy buena síntesis David. Me quedo con el interrogante sobre si los PLE en su formación y aplicación son informales por definición, su integración en las programaciones institucionales no desvirtuarían su naturaleza, o sencillamente serían otra cosa. En breve intentaré hacer mi aportación sobre la cuestión de los PLE en las enseñanzas medias. Un abrazo.
    Alejandro

    • David Álvarez27 febrero, 2010 at 10:51 am

      Seguramente serán otra cosa, como dices, aunque lo importante es sean capaces de aportar nuevas oportunidades de aprendizaje más acordes con nuestra realidad cotidiana.

      Sobre tu aportación de los PLE en enseñanzas medias, sabes que la espero con mucho interés. Un abrazo.

  • Jordi Adell27 febrero, 2010 at 12:25 pm

    Interesante reflexión, incluídos los comentarios :-). Los PLEs no son muy «instiuicionalizables» 🙂 Nuestra misión como docentes es ayudar a nuestros estudiantes a crear «su propio PLE». Par ello es necesario que la formación en TIC sea bastante más potente que la actual. También podemos, desde la institución, ofrecerles herramientas para integrar las «pistas» que dejan sus compañeros en la red y que sean de interés para el grupo (agregación vía RSS, Lifestreaming). Pero es evidente que esto choca con modelos de formación basados únicamente en contenidos predefinidos, exámenes de conocimientos, etc. La única opción de evaluación, en mi opinión, son los portafolios. En esa línea creo que estamos trabajando muchos de nosotros.

    • David Álvarez27 febrero, 2010 at 1:05 pm

      Hola Jordi, gracias por pasar por aquí y compartir tu visión. Como verás esta entrada jugaba con los PLE como excusa para reflexionar sobre la importancia del aprendizaje informal en las organizaciones.

      Igual que tu pienso que no debemos más que colaborar en el diseño del PLE de nuestros alumnos, compañeros,… y en cuanto a la evaluación, en el ámbito de la formación inicial los portafolios son la mejor opción.

      En el caso de la formación continua habría que avanzar hacia la evaluación del impacto que la formación tiene en el puesto de trabajo, a través del análisis comparativo de la evaluación del desempeño antes y después de la formación recibida.

  • Juanma Campos27 febrero, 2010 at 1:29 pm

    De acuerdo con Jordi. Nos enfrentamos una y otra vez en nuestros institutos con la presión de los contenidos predefinidos (en forma de objetivos mínimos a conseguir). Incluso el propio alumnado se sierte indefenso cuando la instrucción no se articula en torno a una srie de contenidos. Igualmente, el alumnado requiere una formación en TIC más allá del uso del Tuenti y el Messenger; cada vez dudo más acerca de considerar a esta generación nativos digitales. El otro día entrevistaron a Roger Schank en El País, en sus reflexiones proponía un cambio interesante en el ámbito escolar. Según Shcank habría que organizar los currículos no en torno a materias sino en torno al desarrollo de procesos cognitivos. Y para esto último, los PLE tienen mucho que decir.

    • David Álvarez27 febrero, 2010 at 4:01 pm

      Sin duda alguna hay que redefinir los currículos escolares desde sus objetivos, y es en esa redefinición cuando debemos aprovechar la ocasión para dar la patada a los contenidos enlatados y a las recetas mágicas de las editoriales. Todo material didáctico que no haya partido de las propias manos de los alumnos carece de mucho sentido, en la misma línea que habla Jay Cross de la ineficacia de los Objetos de Aprendizaje que son insensibles a los contextos.

      Acerca de la discusión sobre el sentido del témino ‘nativo digital’ pienso que debemos entenderla más como una potencialidad que como un auténtico empoderamiento de las TICs.

  • Daniel Sánchez27 febrero, 2010 at 2:08 pm

    En mi trabajo, profe de primaria (6º curso) los PLE juegan un gran papel. De hecho gran parte de mi alumnado, sin saberlo, van introduciendo en sus blogs personales aquellas herramientas que van utilizando y descubriendo.
    Es un hecho que en el aula de hoy el aprendizaje informal va ganando cada vez más superficie y eso se refleja en sus producciones.
    Cuando el curso esté terminando les propondré que se construyan su PLE para que a la hora de abandonar el centro y llegar a otro no se les olvide, que no creo, los espacios que más usan y que más necesitan para desarrollarse en este mundo tecnológico.

    • David Álvarez27 febrero, 2010 at 4:09 pm

      Hola Daniel, me parece genial que hayas apostado por facilitar la creación de un PLE a tus alumnos, y además la elección de un blog como punto de partida creo que es una idea muy acertada.

      Por cierto, ¿nos veremos en el almuerzo de Palma del Río el día 13 de marzo, a cuenta del EABE10? Lo de desvirtualizarse en la tierra de Aníbal sería un punto 😉

    • jqueralt27 febrero, 2010 at 8:01 pm

      Soy de la opinión que los avances más importantes tanto en innovación educativa como en uso de TICs se está haciendo en Primaria.

      Cuando los estudiantes llegan al Instituto parece que sobre la puerta encontraran escrita aquella frase: «Quien aquí entre abandone toda esperanza» … de aprender. La presión real o ficticia sobre contenidos y «terminar el programa» hacen que una fracción importante del profesorado ni se plantee continuar con las buenas prácticas iniciadas en Primaria y, en cambio, repitan ad nauseam un modelo clasicorro y caduco.

      Yo soy profe de secundaria en formación de adultos y jamás he tenido esa sensación de «presión» por parte de nadie. ¿Quizás he sido un privilegiado? ¿Es real en la enseñanza obligatoria?¿Vale la pena dejar un trabajo interesante para acabar el «programa»?

      En cualquier caso, felicidades por tu trabajo, Daniel. Tengo un poco de envidia de tus estudiantes ;-).