Historias en la pandemia

Regresamos con un nuevo resumen de la Blogosfera Educativa, un breve recorrido por algunos de los artículos que más me han interesado de entre los que he leído durante esta semana. Recupero también algunas lecturas de la semana anterior, que se quedaron pendientes al publicar, en lugar del resumen habitual, una propuesta de ocio para el confinamiento.

Comienzo con una entrevista realizada a Carlos Magro en la que habla de una escuela para una sociedad digital, ante la pregunta de si lo on-line sustituirá o convivirá con la escuela. Dice Carlos:

…tras 20 años de fracaso del discurso de la digitalización de la educación, de no tomarnos realmente en serio la importancia de las competencias digitales (de los alumnos, de los docentes y de las mismas escuelas), y de malinterpretar lo que significaba incorporar la tecnología a la vida escolar, seguramente haya llegado el momento para aceptar que la tecnologías digitales lejos de ser solo una caja de herramientas realmente configuran el entorno en el que vivimos, nos relacionamos, aprendemos y trabajamos.

A lo largo de la entrevista comenta cuestiones tan relevantes como la evaluación, el currículo, las familias y la competencia digital del profesorado.

La Vanguardia publica una breve entrevista a Gustavo Duch, al que su bio en Twitter describe perfectamente:

Planto artículos en prensa y versos en huerta. Una vez cosechados y cocinados al baño maría, los conservo en libros.

En la misma, a raíz de la publicación de su poemario Huertos de Libertad, este barcelonés en tránsito hacia Bellmunt de Segarra y editor de la revista Soberanía Alimentaria, expone su filosofía de vida a partir del sentido de pertenencia a la tierra [en minúscula], al huerto. Leyendo esta entrevista no puedo dejar de acordarme de las propuestas del insigne bizkaino Koldo Saratxaga, que ya conté en el artículo Ideas para el desarrollo de una nueva sociedad, un tipo que también habla de la importancia que tiene para el ser humano pisar y tocar la tierra, el valor del huerto, vivir la experiencia de sembrar, cuidar y recoger.

Ya enlazaba en un artículo anterior de esta serie de la Blogosfera Educativa varias entrevistas a filósofos y pensadoras contemporáneas que nos ayudan a ver el fenómeno COVID-19 desde diversas perspectivas. Hoy destaco la sección El futuro después del coronavirus de El País, que recoge 75 artículos de otros tantos expertos y pensadores en los que ofrecen su visión de las claves de la nueva era.

Imprescindible, como siempre, la visión crítica y certera de Jordi Adell en La educación que viene: Un modelo híbrido y más tecnológico, para eldiario.es:

La competencia digital es clave para estudiar y para todo lo que viene después, y la lección por la que estamos atravesando nos tiene que ayudar a dirigir inversiones y políticas.

En este artículo destaca además la iniciativa que ha puesto en marcha en la Comunidad Valenciana el secretario autonómico de Educación, Miguel Soler, agrupando las asignaturas por ámbitos [científico/técnico/matemático y otro lingüístico/social] en primero de la ESO en este último trimestre y también en el curso que viene. Según Jordi «eso es coger el toro por los cuernos y proponer medidas de corte pedagógico y curricular para paliar los efectos de la crisis».

El INAP por su parte ha volcado durante todas estas semanas su formación al ámbito on-line y ha puesto en marchas iniciativas abiertas como #directoINAP donde tendré la ocasión de compartir algunas ideas sobre artefactos digitales y diseño de tareas. Puedes seguirlo a través de YouTube sin necesidad de registro o confirmación alguna. Será mañana lunes 18 a partir de las 16:00 horas.

HISTORIAS EN LA PANDEMIA

Salva Barrientos cuenta una emocionante historia en su blog, la historia de Laura, una historia «basada en hechos reales». Una historia como tantas otras que conocemos, que nos cuentan o que leemos en las redes.

Esta misma semana acudí por tercera vez desde el inicio del confinamiento al centro educativo de mis hijos, como responsable de las cuestiones del cacharreo de la AMPA, para preparar una nueva tanda de ordenadores para familias que han solicitado recursos tecnológicos. Un miembro del equipo directivo me hablaba con una profunda tristeza, y sin saber qué más hacer, de niños y niñas desaparecidas por la pandemia que no responden a ninguno de los intentos por parte del centro de ponerse en contacto con ellos. En todos los casos la causa es una familia que simplemente no está. ¡Cuánto trabajo queda por hacer con las familias!

En países donde el acceso a las tecnologías es más complicado la situación es aún más terrible, y son los docentes quienes tienen que salir a la calle a buscar a sus alumnos para dejarles cuadernillos y otros materiales con los que trabajar.

En Edutopia encontramos un artículo en el que buscan las claves por las que algunos estudiantes, por el contrario, han mostrado mejoras en su aprendizaje durante esta etapa: Why Are Some Kids Thriving During Remote Learning?.

Como dice mi buen amigo José Luis Castillo, necesitamos recuperar las narraciones y usarlas para transformar, para construir ese futuro post-COVID19 del que venimos hablando desde hace varias semanas. Algunas de ellas puedes leerlas en el hashtag #EntreVisillos. Historias de confinamiento, de salidas audaces al mundo exterior, de desescalada improvisada, de desesperanza y de esperanza, en definitiva, historias que hablan de lo más íntimo de cada uno de nosotros. ¿Te animas a compartir tu propia narración #EntreVisillos?

Mercedes Ruiz, además de ser una activa dinamizadora de #EntreVisillos, está impulsando desde el proyecto Cero en Conducta una nueva iniciativa: #CeroOnAir, un canal de YouTube sobre cine y educación, para promover el debate y la reflexión en estos tiempos revueltos. Por el momento van 6 programas que nos abren otras tantas ventanas para pensar en el futuro.

Ora interesante iniciativa es Educación en tiempos de COVID, puesta en marcha y dinamizada por Javier Ramos, en la que grandes profes como Puerto Blázquez, Toni Solano, Julián Sanz, Ángeles Soriano o María Jesús García nos cuentan cómo es la Escuela post-COVID. Si te animas… tú también puedes dejar tu reflexión.

Por lo que respecta a los primeros pasos en la desescalada, ya sabemos que será a trompicones, con nuevos picos de contagios y vuelta a medidas de confinamiento. Ante este previsible escenario comparto con Concepción Campos que detrás del afán de aquellos que se empeñan en la imperiosa necesidad de «la vuelta al trabajo» [de colectivos que han estado teletrabajando durante estos dos meses de confinamiento] se esconde una profunda desconfianza en sus equipos:

En el fondo subyace un profundo problema de desconfianza, el mantra de que los empleados públicos estén en casa sin hacer nada. Eso nos lleva a la pregunta de ¿Por qué a nadie le preocupan los resultados de los que calientan la silla? de los adoradores del reloj y del fichaje, como si fuera el único sistema de medición y evaluación de resultados. Uno de los grandes obstáculos por parte de aquéllos que se oponen a la implantación del teletrabajo es la “falta de control sobre el trabajador” (quién controla a los que están presencialmente), pero no se trata de eso, en realidad se trata de desconfianza. 

Concepción apunta cuestiones legales, de prevención de riesgos laborales, sanitarias, de conciliación familiar y puramente técnicas relacionas con la necesidad o no de la presencialidad según los puestos de trabajo para pedir una reflexión profunda de cada organización antes de obligar a que sus miembros se incorporen a sus puestos físicos de trabajo.

No tiene ningún sentido reabrir las escuelas a estas alturas de curso, no hay nada que la presencialidad durante dos o tres semanas, hasta mediados de junio, vaya a resolver llegados a este punto. Además pone en evidencia el sentido de la escuela, si simplemente se convierte en un lugar donde custodien a nuestros hijos mientras nosotros trabajamos. La apertura de las clases en las próximas semanas sólo servirá para poner en riesgo la vida de los docentes, especialmente de aquellos de mayor edad.

Desde el punto de vista personal y familiar, el inicio de la fase uno, el pasado lunes para la mayor parte de España y mañana para algunos más, no debe ser la excusa para lanzarnos a recuperar la vida de antes sin usar el sentido común. Estamos rodeados de personas de alto riesgo. En mi caso, mi madre está dentro del colectivo de alto riesgo. Por mi parte mis padres seguirán en fase cero durante mucho tiempo, ni se me ocurre plantarme con mis hijos adolescentes [junto con los niños los grandes vectores invisibles de transmisión] en casa de mis padres para no poder darles un abrazo, que es lo que quisiera, pero sí para exponerles innecesariamente a una situación de riesgo para sus vidas. Espero que todos seamos capaces de mantener el mismo nivel de compromiso con nuestras familias que el que hemos tenido con la sociedad y los profesionales de la salud durante los pasados dos meses.

¡Quédate en casa y sigue salvando vidas!


Imagen de cabecera | Mish Vizesi en Unsplash

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