Comunidades de Aprendizaje (II): Liderazgo y participación
Ken Allan, en su artículo Trabajando con comunidades de aprendizaje online, propone como un factor clave en el éxito de una comunidad de aprendizaje [generalizable a cualquier tipo de comunidad] la figura del líder.
En este contexto en el que se plantea, el liderazgo nada tiene que ver con mandar o con ser el poseedor de la información o el conocimiento, sus connotaciones son más bien sociales. El líder en una comunidad debería ser una persona con las siguientes características:
– Es capaz de influir en los demás para que trabajen con entusiasmo en la consecución de objetivos comunes.
– Es una persona de acción, proactiva en sus relaciones, que estimula la acción e inspira el trabajo en equipo y el respaldo mutuo.
– Tiene grandes dotes para la comunicación, expresa sus ideas de forma clara y además sabe escuchar y tener en cuenta las consideraciones de los demás.
– Tiene la capacidad de mirar a medio y largo plazo.
– Se anticipa a los conflictos y reconoce los logros y el esfuerzo de los demás.
– Es una persona comprometida, leal y cumplidora.
– Inspira confianza y despierta el entusiasmo.
Por tanto, podríamos decir que el líder es el catalizador, el que hace que ocurran las cosas.
En el extremo opuesto del líder, en los grupos y comunidades virtuales está perfectamente identificado y estudiado el subgrupo de los no-participantes. Estos integrantes, denominados «lurkers» [la traducción literal sería mirones], leen las conversaciones del grupo pero no participan de forma activa.
Los lurkers constituyen incluso más del 90% de algunas comunidades. Su actitud aparentemente pasiva, en el sentido de la ausencia de participación activa en las conversaciones y actividades de la comunidad, no los convierte necesariamente en no-aprendices. De hecho podemos distinguir entre los lurkers y los lurkers activos.
Mientras los primeros simplemente no se conectan a la comunidad, los segundos no sólo obtienen información de la misma, sino que también utilizan dicha información en sus actividades. Es decir, el aprendizaje intencional parece tener lugar con los denominados lurkers activos [Takahashi].
Identificar a los lurkers activos da la opción de facilitarles su cambio de rol de consumidores a participantes activos en la aportación de información y gestión de la misma. Por el contrario los lurkers no activos pueden ser miembros con capacidad online pero que no se conectan a la comunidad. Aunque las proporciones varían de un grupo a otro, el grupo de los lurkers no activos suele ser el de mayor proporción dentro de la comunidad.
Una de las razones por las que los lurkers activos no participan en las conversaciones de la comunidad la apuntábamos en el artículo anterior, la sensación de que no tenemos nada importante que aportar.
¿Cómo recuerdas tu paso de consumidor a participante activo en la red? ¿Colaboras habitualmente en las comunidades en las que perteneces? ¿De qué tipo son tus aportaciones?
Súper interesante la clasificación de Lurkers! Haciendo memoria de mis primeras incursiones en la red, de indagación, de ver que hace la gente, … me identifico con un Lurker activo. Luego, comencé a participar y a interactuar con más frecuencia, y realmente puedo decir que es posible aprender. Es muy valioso en el resultado final la fuerza de los lazos débiles. Por ello, me resulta muy importante la propuesta de identificar a los lurkers activos, ya que son potenciales prosumidores.