Entrevista para Curalia – Fundación Telefónica
Recupero una entrevista que me hicieron para el Proyecto Curalia de la Fundación Telefónica a comienzos de este año y que, como el resto del proyecto, reposa hoy en el limbo digital.
A partir de los casos de éxito en el uso de las TIC en la educación que conoces, ¿consideras que hay elementos o características comunes que nos ayuden a orientar la integración de la tecnología para la mejora del aprendizaje?
Considero que hay tres elementos clave que contribuyen a una integración de las TIC en el aula exitosa:
- A nivel de centros: Los equipos directivos deben liderar el cambio en los centros, no solamente por lo que respecta al uso de las tecnologías sino especialmente enl o que se refiere a la redefinición del papel de la escuela en la Sociedad del Conocimiento y la revisión de las pedagogías que se ponen en práctica en el aula. La administración debería aligerar la carga de gestión que soportan para que puedan centrarse en ese liderazgo pedagógico, metodológico y tecnológico. Es preciso trabajar con los equipos directivos las competencias de liderazgo, gestión de equipos o innovación y creatividad.
- A nivel de profesorado: Hay que perderle el miedo a las tecnologías, es necesario convertir los riesgos en oportunidades, las TIC nos ofrecen nuevos canales no solo para acceder al conocimiento sino para comunicarnos con el alumnado y el resto de la comunidad educativa. Los docentes que han integrado las tecnologías de la información y la comunicación en su vida suelen tener más facilidad para comenzar a integrarlas en su práctica profesional. Los rezagados, los later adopters, están retrasando algo inevitable y además privando a su alumnado del derecho al acceso a las Tecnologías de la Información y la Comunicación para su aprendizaje y al uso seguro de Internet en los centros docentes.
- A nivel de aula: las tecnologías deben estar accesibles y presentes como un recurso más para el desarrollo de las tareas, actividades y proyectos que desarrolla el alumnado durante su proceso de aprendizaje. Integrar las tecnologías en los aprendizajes es tan fácil, a veces, como dejarlas al alcance de los que aprenden, como nos enseñó Sugata Mitra con el proyecto Hole in the Wall. Pero esto es complicado si no hay equipamiento, si el que hay no es lo suficientemente potente para que funcione correctamente o si la conectividad a la red es deficiente.
¿Qué tipo de currículum es más adecuado para el desarrollo de las competencias del s.XXI?
La Comisión Europea ha mostrado, a través de distintas iniciativas, la importancia que para el desarrollo económico, cultural y social de los países tiene el definir marcos de competencias que faciliten el diseño y desarrollo de planes de capacitación y la posibilidad de validar incluso aquellas competencias adquiridas a través de procesos de aprendizaje informal.
Digo esto porque es importante tener claros estos marcos de competencias a la hora de diseñar las actividades, tareas y proyectos que concretan el currículo escolar, que por otra parte es lo suficientemente abierto y flexible en su desarrollo a través de los distintos decretos y ordenes como para trabajar sobre esos marcos europeos orientados a formar ciudadanos del siglo XXI, tal y como se desprende de la experiencia de iniciativas como iCOBAE.
¿Cómo deberían ser formados los futuros profesores? ¿Y los profesores en activo? En tu opinión, ¿qué casos de éxito pudieran servir de referencia para ambos?.
Los futuros profesores deberían aprender tal y como se pretende que deberían aprender sus futuros alumnos: aprendizaje basado en proyectos, aprendizaje por competencias, uso de las TIC de forma transversal a toda su formación, prácticas profesionales desde el minuto uno,… y muy especialmente deberían de aprender a aprender, a ser autónomos en la gestión de sus aprendizajes. Finalmente deberían aprender a participar en redes profesionales, deberían de terminar su formación reglada llevandose con ellos una potente Red Personal de Aprendizaje.
En cuanto al profesorado en activo, que se le presupone un alto nivel de capacitación debido a su actividad profesional, la formación TIC que recibe es en la mayoría de las ocasiones una formación orientada a herramientas y no a competencias actitudinales o a aplicaciones educativas de las tecnologías. Se enseña como crear y gestionar un blog, pero no como darle valor, desde un punto de vista pedagógico, entre el resto de recursos y herramientas con las que el docente puede desarrollar su trabajo en el aula.
La participación a través de movimientos más o menos estructurados de profesores en red como EABE, Espiral, Novadors o Aulablog son un buena muestra de cómo enriquecer la formación y el aprendizaje permanente tanto de profesorado en ejercicio como de futuros profesionales de la educación.
Excelentes aportes, felicitaciones