Cuatro Historias para Transformar el Mundo

Uno de los momentos estelares de WISE 2017, la Cumbre Internacional de Innovación en Educación que se celebró la pasada semana en Doha [Qatar], ha sido sin duda la presentación de los Premios WISE 2017. Como en cada edición de WISE desde 2009, se entregan seis premios de entre las candidaturas presentadas, con más de 2.850 propuestas enviadas desde más de 150 países y que hasta el momento ha reconocido el trabajo de 54 proyectos.

De los seis elegidos por el jurado en este última edición me gustaría destacar cuatro de ellos, que me parecen especialmente inspiradores y que responden o bien a formas más relevantes de entender los aprendizajes o bien a iniciativas que realmente transforman la realidad de las personas y las comunidades. En todos los proyectos se plantea cuál es el contexto y el problema identificado, cuál es la solución desarrollado y su impacto y, finalmente, el desarrollo de la misma en el futuro.

Comenzamos con The Learner Guide Program, una iniciativa desarrollada por Camfed en Tanzania, respaldada por el Ministerio de Educación e integrada en el sistema educativo de Tanzania. Camfed es una organización internacional sin ánimo de lucro, que lucha contra la pobreza y la desigualdad ayudando a escolarizar a niñas y a empoderar a las mujeres jóvenes para que se conviertan en agentes de cambio en sus comunidades.

A través del programa, que contempla tres fases, se consigue mejorar los resultados escolares de las niñas al tiempo que se empodera a mujeres jóvenes para que transformen sus vidas y las vidas de otras personas vulnerables en sus comunidades, regresando a sus escuelas locales tras su formación académica para apoyar a los niños marginados en sus estudios y ofrecer un programa formativo de habilidades y competencias para complementar el plan de estudios formal de las escuelas.

El programa se desarrolla en 230 escuelas secundarias de Tanzania, alcanzando a más de 100.000 estudiantes de secundaria con un especial enfoque en las niñas, y proporcionando un modelo de excelencia para que las mujeres jóvenes pongan su educación al servicio de la siguiente generación, al tiempo que les abre nuevos caminos como emprendedoras y docentes, a través de nuevas oportunidades de trabajo basadas en su estatus dentro de las comunidades, adquiriendo así independencia económica y ayudando a las niñas marginadas a tener éxito.

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Como se ve en la imagen superior, el resultado busca ser un ciclo virtuoso de desarrollo, mediante el cual la inversión en la educación de las niñas contribuye cada vez en mayor medida en el activismo de las mujeres jóvenes, a su vez elevando las aspiraciones educativas y el éxito de las niñas en un cambio sistémico.

La segunda experiencia que quiero destacar es la Speed ​​School, un programa de aprendizaje acelerado promovido por Luminos Fund que permite que los niños de 9 a 14 años que no asisten a la escuela alcancen en un año un nivel de alfabetización que les permita regresar a la escuelas locales y estudiar con niños y niñas de sus misma edad. Desde mediados de la década anterior, el modelo se ha implementado en cuatro países africanos, beneficiando a más de 100.000 menores y a sus familias.

El modelo comprende tres componentes. En primer lugar, los menores pasan por un programa de aprendizaje acelerado de diez meses diseñado para cubrir los tres primeros grados, que les capacita para la transición al cuarto grado en las escuelas gubernamentales. Durante cada jornada escolar, de entre siete y ocho horas, los estudiantes aprenden lectura, escritura y aritmética a través de actividades dirigidas por los alumnos, de aprendizaje entre iguales y de educación basada en el juego, en clases de 25 alumnos.

El segundo componente es la movilización de la comunidad a través de grupos de participación de padres y madres que cataliza el apoyo a largo plazo para mantener a sus hijos en la escuela. El componente final es la capacitación del profesorado de escuelas de primaria y de los equipos directivos de las escuelas gubernamentales asociadas, en la pedagogía de la Speed School, lo que garantiza el apoyo a los graduados de este programa.

Luminos Fund es un fondo filantrópico de donantes privados diseñado para desarrollar iniciativas que ayuden a escolarizar a los niños y niñas que no asisten a la escuela.

La tercera experiencia se llama simplemente 42, y se trata de un programa gratuito de capacitación en programación al que puede acceder a cualquier persona con edades comprendidas entre los 18 y los 30 años, independientemente de su formación previa. En 42 no hay clases ni profesores, los participantes aprenden abordando un proyecto específico en grupos. La capacitación se lleva a cabo durante un período de tres a cinco años.

Los participantes en esta experiencia son seleccionados únicamente en función de su talento y motivación, no de su situación económica o su expediente académico, lo cual es un buen indicativo de la filosofía central de este enfoque innovador basado en el aprender haciendo y en el aprendizaje entre pares. En 42 los participantes son los responsables de su éxito y el éxito de sus colegas de clase. Cada estudiante dentro del grupo es responsable de una parte de la finalización del proyecto y el éxito dentro del grupo, tal como lo sería en cualquier otro equipo de trabajo.

Y terminamos esta relación de proyectos inspiradores con un clásico que finalmente alcanza el galardón en WISE [ya fue finalista en la edición anterior], Luces para Aprender, una iniciativa desarrollada por la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura [OEI] que proporciona a las escuelas de América Latina electricidad, mediante la instalación de sistemas solares fotovoltaicos, Internet, equipos informáticos, capacitación docente y desarrollo comunitario. Un total de 556 escuelas rurales y 26.000 estudiantes de América Latina se han beneficiado hasta el momento del programa.

La iniciativa surge en el marco de las Metas Educativas 2021 y pretende abordar retos pendientes en Iberoamericana, como el acceso a una educación pública de calidad que ofrezca mejores oportunidades a las niñas y niños, y les permita hacer frente a la pobreza y la desigualdad.

¿Qué te han parecido estos proyectos? ¿Participas en un proyecto de transformación y cambio a través de la Educación? Si es así, te animo a que envíes tu propuesta a la siguiente candidatura de los Premios WISE y sigas contribuyendo a inspirar a aprendices, educadores y comunidades.

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