Colegio Pinolivo: liderazgo, comunidad y cultura de aprendizaje
El pasado mes de febrero tuve la fortuna de trabajar durante cuatro jornadas con el equipo del Colegio Público de Educación Infantil Pinolivo, y añado [y destaco] lo de ‘público’ porque a menudo tenemos la sensación de que la innovación sólo es posible desde centros de gestión privada, en los que es más fácil que todo el claustro participe de un mismo modelo pedagógico.
El Colegio Pinolivo es un centro de Marbella, compartiendo linde con el IES Dunas de Las Chapas, en el que la participación del profesorado en las actividades de formación es del 100%. No recuerdo, en todos los años que llevo en formación continua de docentes, haber encontrado un centro público en el que la totalidad del claustro acuda de forma voluntaria a una formación. Bueno, en realidad no a una formación, sino a todas las formaciones que se plantean.
Esta es sin duda una de las señas distintivas de este centro, la cultura de aprendizaje que ya forma parte de su ADN como organización. Basta echar un vistazo a su timeline en Twitter para ver la cantidad y diversidad de actividades formativas que vienen desarrollando de forma regular [matemáticas, lectura y escritura, redes sociales, autismo, educación emocional,…].
Ya hemos destacado en otras ocasiones la importancia de promover esta cultura del aprendizaje para conseguir organizaciones que aprenden, y en este sentido mi aportación a Pinolivo fue ayudarles a mejorar sus entornos personales de aprendizaje, como profesionales de la educación, y a reflexionar sobre el entorno personal de aprendizaje como organización del Pinolivo.
De hecho en la última sesión, en la que trabajamos a partir de cuatro retos que les planteaba para el uso de las TIC en Educación [integración de las TIC en el currículo, uso de las TIC para la gestión del centro, uso de las TIC para mejorar la participación de las familias y la comunicación del centro con la comunidad y, finalmente, trabajar sobre el PLE de la organización] uno de los dos temas elegidos fue este último.
Trabajamos aplicando dos fases del proceso clásico de Design Thinking, una metodología que hemos utilizado en diversos proyectos de Conecta13, recurriendo a varias herramientas básicas en cada una de estas dos fases.
Otra de las características relevantes que hace del Pinolivo un centro de referencia es su sentido de comunidad. Bajo mi punto de vista este factor es clave para hacer que un centro educativo camine hacia la excelencia. Evidentemente el ser un centro sólo de infantil y con una plantilla pequeña son factores que ayudan a construir comunidad. En palabras de Mar Izuel «pasar del ‘nadie es indispensable’ al ‘todos somos indispensables para asumir un proyecto común’«, un lema que se cumple en Pinolivo.
El tercer aspecto que hace especial a este centro tiene que ver con el liderazgo del equipo directivo y en especial de la directora del centro, Graciela Romero. Un liderazgo que inspira a la vez que es capaz de implicar a cada miembro de la comunidad, que escucha, que transmite su pasión por la educación, que gestiona al equipo docente para que la acogida a quienes se incorporan al centro les permite adaptarse a su modelo pedagógico. Porque en Pinolivo dejaron hace tiempo los libros para trabajar por proyectos.
Durante la última jornada, que convertimos en visita y convivencia en el centro, tuve ocasión de charlar con este fantástico equipo sobre su visión de la educación, sobre sus actividades más emblemáticas, como ‘La Caja de los Tesoros’, que les permite trabajar sobre la identidad del alumnado y que dejamos para otro artículo.
En definitiva, me llevo una gran experiencia de aprendizaje y la sensación de que aunque hay mucho camino por recorrer tenemos grandes profesionales que llevan el testigo sujeto con fuerza y corren en la dirección correcta.
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